Los mitos más comunes en la alimentación de los bebés


Existes muchos mitos y creencias sobre la alimentación de los bebés
Existes muchas mitos y creencias sobre la alimentación de los bebés

Cuando llega un bebé a nuestras vidas la principal preocupación es que al peque no le falte nada. Entre todas las angustias que padecemos por su bienestar, una de las principales y más instintivas es que no pase hambre, por lo que en la cultura popular abundan los mitos sobre la alimentación en los bebés.
A continuación desglosamos los más comunes

Mientras más gordo más sano

Un bebé gordo o en los casos más extremos, obeso, no es sinónimo de salud. Cada bebé tiene fisionomía; así como hay bebés más robustos, hay otros más delgados, y ello no supone que uno sea más sano que el otro, mientras ambos mantengan los niveles óptimos en la curva de crecimiento, no hay razón para alarmarse.
Por lo que un bebé saludable no se mide por el volumen de sus mofletes y michelines. Mientras coma y el médico te indique que todo va bien, puedes estar tranquila.

Preparar el biberón con agua caliente

Si bien la costumbre más extendida es preparar la fórmula de la lactancia con agua muy caliente o calentar el biberón, para luego templarlo con agua del chorro fría, los cierto es que actualmente los médicos recomiendan e insisten en que se preparen a temperatura ambiente, próxima a nuestra temperatura corporal (37 grados), ya que facilita la digestión en el bebé.

“Un ‘poquito’ de sal para que no coma insípido”

Si el bebé no ha cumplido los 12 meses de vida, no se debe salar sus alimentos. Durante este período el peque comienza su introducción a la ingestión de otro tipo de alimentos, además de la lactancia, por lo que no tienen conciencia si una sopita es o no insípida. Hasta que no cumpla el año no se debe sazonar su comida, según los especialistas.

Chuches y azúcares para darle energía al bebé

Para nadie es un secreto que a los peques les encanta el dulce (y a los adultos). Muchas abuelas y mamis prefieren darle dulces o bollería a los niños si pasan muchas horas sin comer por aquello de que “no pierdan energía”. Es mejor que los dulces se reemplacen por piezas de fruta, un buen vaso de leche (se vale con un poco de colacao) o un petit suisse, que tienen más aportes nutricionales que las chuches. Éstas guárdalas para ocasiones concretas, no las conviertas en parte de su dieta.